10 Julio

Jul 10, 2018 | Claret Contigo

Para conservar y aumentar este amor o caridad habéis de mirar en cada uno de nuestros prójimos al mismo Jesucristo, por manera que, cuando se nos ofrezca algo que hacer, nos hemos de recordar de aquellas palabras que nos dirá Jesucristo: De verdad os digo que lo que hicisteis con el menor de vuestros hermanos, conmigo lo hicisteis.
Carta ascética… al presidente de uno de los coros de la Academia de San Miguel. Barcelona 1862, p. 15

AL HERMANO COMO A CRISTO

Nadie desea ser reconocido o amado por su fama o su dinero. Todos deseamos ser reconocidos y amados por lo que somos, sin intereses ocultos. Sabemos que a quien es célebre, rico o poderoso le salen amigos por todas partes. “Mueve la cola el can no por ti sino por el pan”, dice el adagio. El que es inteligente se quedará con los amigos “de siempre”, no se dejará llevar de la lisonjera adulación de los oportunistas, que se declaran sus amigos mientras tiene algo que dar pero que le abandonarán en cuanto algo falle o no responda a sus expectativas.
¿Es posible el amor al prójimo por Jesús? Según la enseñanza de Benedicto XVI, este amor “consiste en que, en Dios y con Dios, amo también a la persona que no me agrada o ni siquiera conozco. Esto sólo puede llevarse a cabo a partir del encuentro íntimo con Dios, un encuentro que se ha convertido en comunión de voluntad, llegando a implicar el sentimiento. Entonces aprendo a mirar a esta otra persona no ya sólo con mis ojos y sentimientos, sino desde la perspectiva de Jesucristo. Su amigo es mi amigo”.
Jesús nos ama por ser quienes somos, hijos de Dios; por cada uno él ha dado la vida. Cada uno es especial para Jesús, porque el Padre ha creado y ama a cada uno por sí mismo. Reconoce que sus amigos, sus discípulos, son un don de Dios, y desea que estén donde está él, que puedan contemplar su gloria, porque los ha amado con el amor que ha recibido él mismo de Dios (cf. Jn 17,24-26). Jesús nos hace partícipes de su amor, el amor con que él ama al Padre y el amor con que nos ama a nosotros. Por eso amar a Jesús lleva a amar al prójimo como él lo ama, y de modo que, cuando amamos así, en realidad amamos a Jesús. Por eso dice que cuanto se hace por uno de estos pequeños, “por cualquiera de estos hermanos míos, a mí me lo hacéis” (Mt 25,40).
¿Amas en fuerza de tus sentimientos o de tus intereses, o movido por el mismo amor de Jesús, que ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo?

News Categories

Archives

21 Diciembre

“Nunca me cansaba de estar en la iglesia, delante de María del Rosario, y hablaba y rezaba con tal confianza, que estaba bien creído que la Santísima Virgen me oía. Se me figuraba que desde la imagen, delante de la cual oraba, había como una vía de alambre hasta el...

20 Diciembre

“Si alguna cosa os da pena o molestia, sufridlo todo con resignación pensando que el Señor así lo ha dispuesto. Si pueden hacer alguna limosna, háganla por amor de Dios, considerando en los prójimos y singularmente en los pobres la imagen de Jesús. No dejen pasar día...

claretian martyrs icon
Clotet Year - Año Clotet
global citizen

Documents – Documentos