Fecha: 17 de Agosto – Siervo de Dios Hermano Pedro Marcer

Antonio María Claret, al fundar la Congregación de Hijos del Corazón de María, ya tuvo en mente incorporar a hermanos coadjutores, tan religiosos como los presbíteros, pero dedicados a realizar oficios internos de la comunidad. Aunque no ejercían funciones ministeriales, eran religiosos misioneros en todo el sentido de la palabra. Además de queridos, siempre ayudaron notablemente la vida y la misión de la Congregación. Entre esos hermanos coadjutores se cuenta uno que se distinguió por una vida singular en la provincia claretiana de Chile, desde 1880 hasta 1927: el Hno. Pedro Marcer Cuscó. Aparece en ocasiones Marcer o MarcéCuscó o Coscó, según distintos catálogos. Nosotros usaremos Marcer y Cuscó.

43 Pedro Marce

Pedro Marcer nació en Avinyonet del Penedés (Barcelona – España) en 1854; en 1879 profesó en la Congregación y en 1880 fue destinado a Chile, siendo uno de los integrantes de la sexta expedición claretiana a América.  Formó parte de las comunidades de Curicó, por poco tiempo, y de Santiago donde vivió 47 años.  Falleció a los 73 años en Santiago de Chile.

Siempre ejerció el servicio de portero, cargo de mucha confianza de los superiores. Pero su influencia está en su vida: «Difícilmente se borrará de la memoria de los que pertenecemos a esta Provincia la santa figura del Hno. Pedro en el ejercicio de su cargo» (2, p. 698). Su memoria ha pasado por las generaciones de misioneros como un modelo a seguir.

Con solo decir que fue introducida su causa, que no prosperó por deficiencias jurídicas, se da una visión general de su vida y virtudes religiosas. «Aquella su actitud modesta y sencilla, sin afectación… aquella circunspección en las palabras, aquel recato y humildad…; el conjunto, en fin, que denunciaba santidad con todos los matices que lo embellecen: la penitencia y la amabilidad, la oración y el celo, la rígida observancia y la bondadosa caridad, el recogimiento y el celo» (2, p.698).  Sobre su celo podemos decir que en su época en la portería se legitimaron más matrimonios que en toda la Arquidiócesis de Santiago.  Su biografía fue escrita y publicada.