Roma, Italia. Del 7 al 14 de septiembre de 2025, en la casa de retiro Fraterna Domus, se celebró el Encuentro Mundial de Hermanos Claretianos, con la participación de 66 misioneros provenientes de los cuatro continentes. De ellos, 57 eran hermanos y 9 sacerdotes, quienes se reunieron para reflexionar sobre la identidad, misión y futuro de esta vocación específica en la Congregación.
La reunión fue el fruto de un camino iniciado meses atrás con podcasts y encuentros virtuales que mantuvieron viva la reflexión y la comunión. Representantes de todos los organismos de la Congregación —MICLA, ASCLA, ECLA y ACLA— dieron al encuentro un carácter universal y profundamente fraterno. Desde la Curia General, el P. General Mathew Vattamattam, CMF, junto con los consultores Carlos Verga y Joseph Mbungu, así como Joel Nkongolo, CMFF de iClaret, acompañaron a los participantes.
La programación giró en torno a cinco ejes: identidad y vocación, misión y compromiso, fraternidad y formación, legado y futuro, y propuestas congregacionales. Estos espacios permitieron un diálogo abierto sobre los retos actuales, como la disminución de vocaciones, la necesidad de fortalecer la formación integral de los hermanos y el llamado a ser testigos proféticos en la cultura, la educación, la salud y las periferias existenciales.



Uno de los momentos más significativos fue la peregrinación jubilar a la Basílica de San Pedro, donde los hermanos cruzaron la Puerta Santa y oraron juntos como signo de comunión eclesial y sinodalidad. En la memoria compartida, se destacó la vida silenciosa y fecunda de muchos hermanos que, con sencillez y fidelidad, han marcado la historia congregacional.
Entre las propuestas finales se subrayó la urgencia de impulsar la pastoral vocacional con la participación activa de hermanos, la necesidad de itinerarios formativos claros y la creación de espacios de visibilización en los medios de comunicación congregacionales. Además, se planteó la revisión de las Constituciones y el Directorio Congregacional para actualizar la comprensión y el lugar de la vocación del hermano claretiano.
El encuentro concluyó con un mensaje de esperanza y compromiso: seguir caminando como familia congregacional con Corazón de Hermano, en fidelidad al carisma de san Antonio María Claret y en apertura a los signos de los tiempos.





