Roma, Italia. Del 17 al 21 de noviembre, la Federación Bíblica Católica (FEBIC) celebró en Roma su reunión anual del Comité Directivo junto con el Consejo de Coordinadores Regionales. El encuentro permitió evaluar el trabajo realizado en las distintas conferencias episcopales, revisar la gestión de los coordinadores y valorar los avances en la implementación de los acuerdos adoptados en la Asamblea Mundial de Mar del Plata 2023. Asimismo, se aprobaron nuevos miembros asociados, entre ellos la Provincia Claretiana de Brasil.
La jornada inaugural estuvo marcada por la audiencia con el Papa León XIV, quien exhortó a los participantes a convertirse en una “carta viva escrita no con tinta, sino con el Espíritu de Dios”, invitando a dar testimonio del Evangelio en un mundo donde con frecuencia no es escuchado. El Santo Padre subrayó también la necesidad de promover un acceso fácil y renovado a la Sagrada Escritura, especialmente entre los jóvenes y en los entornos digitales.
Los delegados tuvieron además un espacio de diálogo con el cardenal Luis Antonio Tagle, presidente de la Federación, quien compartió los principales desafíos pastorales relacionados con el anuncio de la Palabra de Dios en la actualidad. Entre las preocupaciones destacadas estuvieron la distancia cultural de muchos sectores sociales respecto al Evangelio y la urgencia de nuevas metodologías para acercar la Biblia a contextos emergentes.
Por parte de la familia claretiana participaron el P. Manuel Villalobos, CMF, coordinador de la región Norteamérica (Estados Unidos–Canadá), y Jaime Michea, de San José del Sur, miembro del Comité Directivo de la FEBIC. Ambos destacaron el clima fraterno del encuentro y la importancia de seguir impulsando iniciativas de animación bíblica en colaboración con las distintas diócesis y organismos eclesiales.
Durante su discurso, el Papa León XIV recordó las enseñanzas de Dei Verbum en su 60º aniversario, insistiendo en la necesidad de escuchar con devoción la Palabra y proclamarla con confianza. Invitó a la Federación a discernir nuevas vías de acceso a la Escritura, especialmente para personas y culturas que aún no han tenido un encuentro real con el Evangelio. Concluyó animando a todos a ser auténticos testigos del Evangelio en medio de las múltiples voces del mundo contemporáneo.
Las sesiones finalizaron con un renovado compromiso de todos los participantes para fortalecer la misión bíblica en la Iglesia y continuar promoviendo la lectura, estudio y vivencia de la Palabra de Dios
