Hace 33 años fundamos en Colombia los Hogares Claret. Hoy trabajamos en Misión Compartida en Venezuela, Colombia y México. En los Hogares Claret se presenta la “Comunidad Terapéutica” como una propuesta pedagógica y educativa. Pero más allá de ello tiene también como fundamento una idea de “persona (hombre-mujer)” que intenta rescatar y proponer con su trabajo en Misión Compartida.
En Hogares Claret vemos a la persona humana como ser autónomo, profundo y complejo que, conociendo sus limitaciones, dependencias e implicaciones socioambientales,se desarrolla solidariamente sintiéndose partícipe de su entorno, de la sociedad en la que surge y con la que convive.
El nervio de nuestra pedagogía: servicio desinteresado que se ofrece a los adictos, a su familia y a la sociedad. Amor como sentimiento protagonista, que tiene una formulación propia en la comunidad. Superación, fuerza que alienta al adicto y a su familia para quesean los protagonistas de la recuperación por medio de la autoayuda. Responsabilidad, con todas sus implicaciones sociales. Opción por la Vida, una invitación a cambiar la oscuridad de la violencia y las drogas por la decisión de recomenzar a optar por la familia, la vida, el Amor.
El carisma es un don, una gracia dada a una persona o a un pequeño grupo que lo ofrece a la comunidad eclesial. Así surgen los institutos de Vida Consagrada. El poder compartir la misma misión educativa en la pluralidad de personas, de vocaciones y de estados de vida es sin duda una experiencia maravillosa. “LA MISIÓN COMPARTIDA” es un tema fundacional en Hogares Claret.
“La misión compartida es nuestro modo de Misión.”
Los Claretianos de México, con la dirección del Padre Román Ángel Moreno, quien participó activamente en los Hogares Claret de Medellín, asumieron el trabajo con niños en situación de calle, surgiendo la
conformación de un pequeño grupo en “Misión Compartida” con las Misioneras Cordimarianas, las Misioneras Claretianas, los Misioneros Claretianos y 9 seglares. Los convocó, según sus palabras, una niñez y juventud golpeadas por el fenómeno de la pobreza, la emigración interna y externa, la delincuencia, la violencia familiar y el abandono.
En la difícil y crítica situación de Venezuela surgieron los Hogares Claret de Caracas y de la Isla Margarita. Son 18 años de arduo trabajo y persistencia. Con el decidido liderazgo de la trabajadora Petra Pánfield y el reeducado Sergio Grillo se ha logrado mantener hasta hoy el programa de Margarita.
En Colombia tenemos hoy más de 800 empleados y 50 voluntarios que comparten la Misión con 3 Misioneros Claretianos.
La Misión Compartida es un trabajo y una forma de vida que se aprende, que nace del convencimiento de vivir un proyecto común, y de compartirlo. Se necesita comprensión y vida de fe compartida.
Quizá la Misión Compartida en Hogares Claret nos exija imprimir no simplemente calidad sino una urgente calidez que haga de nuestras Comunidades Terapéuticas centros de escucha y de vida. La Misión Compartida necesita el ambiente, la participación, la implicación y el cansancio. Es un estilo de
vida en Común. Vivir es un camino hacia la Libertad.
Gabriel Antonio Mejía Montoya
