Metetí, Panamá. El 29 de noviembre de 2025, el Vicariato Apostólico del Darién concluyó las celebraciones de su Centenario, fortalecido por un mensaje especial del Papa León XIV y por las afectuosas felicitaciones del P. Mathew Vattamattam, CMF, Superior General de los Misioneros Claretianos. Ambos alentaron a la Iglesia en este territorio de frontera a continuar anunciando el Evangelio con renovado coraje y cercanía a los más vulnerables.
Fundado el 29 de noviembre de 1925, el Vicariato conmemoró el hito con una Eucaristía de acción de gracias presidida por Mons. Pedro Hernández Cantarero, CMF, en Metetí. Recordó a la comunidad que los primeros cien años “no son un punto final, sino un nuevo comienzo”, insistiendo en la necesidad de mantenerse como “una Iglesia en salida misionera” en medio de las dificultades que aún marcan la región: acceso limitado a la salud y educación, escasez de agua potable, comunidades aisladas, impactos de la migración y heridas provocadas por el narcotráfico.
El mensaje del P. Mathew Vattamattam, dirigido al P. Mauricio Borge, CMF, Provincial de Centroamérica, resaltó la gratitud de toda la Congregación por el gran legado misionero forjado en Darién. Recordó a los pioneros—como los P. Antonio Anglés y P. Celestino Mangado—que recorrieron ríos y selvas “con sacrificio y pasión por el Evangelio”, sembrando una semilla que hoy se ha convertido en una Iglesia misionera vibrante. Invitó al Vicariato a mirar hacia el futuro con “creatividad, audacia y amor misionero”, especialmente al servicio de las comunidades indígenas, afrodescendientes y rurales que enfrentan violencia, migración forzada y abandono.
La celebración reunió al Nuncio Apostólico, Mons. Dagoberto Campos, miembros de la Conferencia Episcopal de Panamá, misioneros claretianos, comunidades religiosas y fieles de las diez zonas pastorales. Las delegaciones llegaron con tambores, cantos y vestimentas tradicionales, mostrando la riqueza cultural del Darién. Se reconoció la labor de pastores, misioneros y laicos que han sostenido la evangelización durante el último siglo.
El Año Jubilar, iniciado en diciembre de 2024, incluyó peregrinaciones, oración constante, la selección de un himno jubilar y la publicación de la primera Carta Pastoral, reforzando un fuerte sentido de comunión y misión compartida.
Desde su creación, el Vicariato ha estado confiado a los Misioneros Claretianos y continúa caminando bajo la protección del Inmaculado Corazón de María. Con confianza en el Espíritu, el Darién mira hacia el futuro con el mismo fuego juvenil que impulsó a sus primeros misioneros a cruzar fronteras y sembrar esperanza en esta tierra.
