Roma, Italia. El cardenal José Saraiva Martins, CMF, prefecto emérito de la Congregación para las Causas de los Santos y cardenal-obispo de Palestrina, celebra hoy, 16 de marzo de 2022, sus 65 años de ordenación sacerdotal, a los 90 años de edad.
El Cardenal Saraiva nació el 6 de enero de 1932 en Gagos de Jarmelo, Portugal. Ingresó en la Congregación de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María (Misioneros Claretianos) a finales de los años 40 e hizo su primera profesión el 22 de agosto de 1950. Tras sus estudios en Roma, fue ordenado sacerdote el 16 de marzo de 1957 por el arzobispo Ettore Cunial, arzobispo titular de Cunial. A continuación, enseñó y fue rector de la Pontificia Universidad Urbaniana.
Como teólogo y estudioso, el 26 de mayo de 1988, el Papa Juan Pablo II lo nombró Secretario de la Congregación para los Seminarios e Institutos de Estudio, elevándolo al mismo tiempo a la dignidad de arzobispo y asignándole la sede titular de Tuburnica. El 2 de julio de 1988 fue consagrado por el cardenal Agostino Casaroli, cardenal-obispo de Porto-Santa Rufina, con lo que pasó a formar parte del linaje episcopal del cardenal Scipione Rebiba, patriarca titular de Constantinopla.
Fue elevado al cardenalato por el Papa Juan Pablo II durante el consistorio del 21 de febrero de 2001. A continuación fue nombrado Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, cargo que desempeñó hasta el 9 de julio de 2008. También es miembro de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, de la Congregación para los Obispos, del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Agentes Sanitarios y del Consejo Especial para Europa de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos.
El 24 de febrero de 2009, el Papa Benedicto XVI lo promovió al orden de los cardenales obispos, asignándole la sede suburbicaria de Palestrina.
José Cardenal Saraiva Martins, CMF, es un misionero firmemente arraigado en Cristo y audaz en la misión que se le encomendó. Los Misioneros Claretianos están orgullosos de ti y agradecidos por aquel día particular de 1932 en el que dijiste generosamente sí a ser consagrado alter Christus al servicio de la Iglesia.
