Nuevo Laredo, Tamaulipas, México. El 16 de julio de 1945, dos misioneros sacerdotes, Ignacio María Azumendi y León Labrador CMFF, de la provincia claretiana de Estados Unidos llegaron a Nuevo Laredo. Poco después de un año, el 8 de diciembre de 1946, tuvo lugar la erección de la parroquia los Sagrados Corazones de Jesús y de María, siendo su primer párroco P. Mariano Álvarez López CMF.
Desde entonces, muchos misioneros claretianos, incluyendo sacerdotes, diáconos, hermanos y estudiantes, se integraron a la tarea evangelizadora, destacándose como impronta de la misión compartida, realizada con sacerdotes de la diócesis, religiosas cordimarianas y laicos. Mención especial merece la misión realizada por P. Mario Guevara Jarero, CMF, constructor de la casa misionera; P. Baltazar Vilchis García, CMF (quién vivió 35 años en esta parroquia y falleció el año pasado), constructor del actual templo parroquial y sus instalaciones y P. Juan José Pérez Garcidueñas, CMF, coordinador en la elaboración del primer plan pastoral de la naciente diócesis de Nuevo Laredo Tamaulipas.
A lo largo de estos 75 años los Misioneros Claretianos han hecho realidad la utopía misionera, según las Constituciones Claretianas, con el apoyo incondicional al obispo, la comunión fraterna con el presbiterio local y las comunidades religiosas, en la formación de líderes evangelizadores y, de modo especial, en la cercanía con los pobres.
El próximo 4 de abril del 2021, La Provincia de México entregará la Parroquia de los Sagrados Corazones de Jesús y de María al Obispo titular de Nuevo Laredo, Mons. Enrique Sánchez Martínez. La entrega será resultado de la revisión de vida, obras y posiciones, realizada por la provincia. Lo que sembró el Señor por las manos misioneras, estamos convencidos, se verá reflejado en el fruto madurado por sus continuadores.
P. Ramón Rivera Barriga, CMF
Superior y Párroco
