Tres Procesos de Transformación en la Vida y Misión de la Congregación

Dic 31, 2022 | Mathew Vattamattam, Superiores Generales

Mensaje del P. Mathew Vattamattam, cmf, Superior General a la Congregación de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María

Queridos hermanos, ha pasado un año desde que celebramos el XXVI Capítulo General. Durante este año, tuvimos dos momentos importantes. Primero cuando el Gobierno General estudió en profundidad el documento capitular “Querida Congregación” y preparó el plan de acción para el sexenio. Fue un tiempo en el que en Vic pudimos trabajar en nuestro propio equipo, conformándonos como animadores de la vida y misión de la congregación.
Posteriormente, tuvimos veinte capítulos y asambleas provinciales en los que sus respectivos organismos integraron e “inculturaron” el espíritu de los capítulos en su propia vida y misión. Otras provincias y delegaciones también llevaron a cabo, a su manera, un cierto proceso de acogida del espíritu del Capítulo General. Me alegra por el buen desempeño que han tenido para su consecución. Y tuvimos un segundo momento en Nairobi cuando todos los superiores mayores se reunieron y revisaron el Plan de Acción enriqueciéndolo con sus aportaciones. Luego, el curso para los nuevos superiores mayores que duró una semana.
La Iglesia ha invitado a todo el pueblo de Dios a que juntos trabajemos en sinodalidad, escuchándonos unos a otros y escuchando al Espíritu Santo. Este llamado ha reforzado nuestro propio camino; trabajaremos juntos escuchando al Espíritu Santo y, desde la herencia carismática de nuestra congregación, dando lo mejor de nosotros al pueblo de Dios del cual también somos parte. En este sexenio continuaremos con los tres procesos de transformación que el XXV Capítulo General nos ha invitado a emprender.
El primer proceso de transformación es ser una Congregación en Salida, que va a las periferias, el segundo ser una Comunidad de Testigos y Mensajeros de la Alegría del Evangelio y el tercero es ser Adoradores en el Espíritu. Entonces el sueño, el diseño y los compromisos que hemos advertido en el Capítulo General se integrarán en estos tres procesos.
En el primer proceso, las tres prefecturas de Apostolado, Biblia y Comunicación, y Pastoral Juvenil Vocacional trabajarán juntas para animar nuestro camino en esta línea. El Prefecto de Apostolado trabajará sobre todo en tres aspectos. Uno es coordinar con la Familia Claretiana la plataforma educativa para que, asimilando la llamada del Papa sobre el Pacto Educativo Global, podamos ofrecer un gran servicio de evangelización.
Un buen número de nuestros misioneros está sirviendo en parroquias. Una experiencia que puede ser pobre si se basa solamente en reproducir el trabajo del sacerdote que ofrece meros servicios sacramentales. Necesitamos aportar desde nuestro carisma lo mejor para que la Iglesia local se vea enriquecida. Y es en este sentido donde SOMI juega un papel importante. En SOMI podemos encontrar tres vertientes de nuestro ministerio por los pobres y oprimidos: Procura de Misiones, JPIC y nuestra presencia como ONG en la ONU. Juntos trabajan en el ámbito de la solidaridad y misión (SOMI). Con la Unión de Superiores Generales el Secretariado de JPIC impulsa los programas de Laudato Si’ logrando avances significativos en el cuidado de la creación.
Mantendremos eso, y el mismo Secretario de JPIC para poder trabajar en estrecha colaboración con los hermanos que representan nuestra ONG ante la ONU, tanto en Nueva York como en Nairobi. Esperamos que con una mayor coordinación y colaboración podamos llegar a nuestros hermanos y hermanas que aún siguen marginados.
La Procura de Misiones ha despuntado estableciendo una estructura básica en cada uno de los organismos mayores. Considero que una vez que estemos consolidados, podemos ir a lo que sigue.
La Prefectura General de Pastoral Bíblica y Comunicaciones está implementando la animación bíblica de nuestros apostolados y confiriendo a la Palabra de Dios un lugar central en nuestra vida y ministerio.
Seguimos aprendiendo a coordinarnos y trabajar juntos en el continente digital potenciando la pastoral de la comunicación. Muchos de ustedes cuentan con proyectos en la pastoral de la comunicación. Buscaremos coordinarnos y ofrecer lo mejor de nosotros en esta área.
El Prefecto de Pastoral Juvenil Vocacional es el encargado de acompañar a todos los que trabajan con jóvenes y vocaciones. Contamos con el curso online para responsables de Pastoral Juvenil. Promovemos junto a la Familia Claretiana el proyecto Claret Way.
Es importante que trabajemos juntos para fomentar las vocaciones por parte de todos y cada uno de los miembros de nuestra Familia Claretiana.
En el segundo proceso de transformación nuestra labor principal consiste en formar comunidades. Cuando nuestra vida comunitaria es fecunda, nuestros apostolados también lo son. Tenemos un muy buen programa: “La Comunidad Claretiana: Casa y Escuela de Comunión”, que está en nuestra página web, y que no se ha podido aprovechar por cuestiones prácticas y la proximidad con el reciente
Capítulo. Los invito a que lo retomemos y lo aprovechemos para que podamos fortalecer nuestras comunidades y en comunidad llevar a cabo la misión que se nos encomiende.
El liderazgo en nuestras comunidades y en varias de nuestras instituciones es todo un reto y esperamos ofrecer talleres de liderazgo en aras de fortalecerlo. Hemos formado un comité que organizará talleres en los cuatro continentes el próximo año para que nos demos soporte mutuo y aquellos que sirven a nuestras comunidades en el ejercicio de la autoridad no se vean superados por ella. Pero disfruten, dando lo mejor de sí para animar a los hermanos e instituciones a las que servimos.
Hablando de Economía, seguiremos ayudando a las provincias y delegaciones a alcanzar el autosustento y la manera claretiana de administrar los recursos que Dios nos ha confiado. El ecónomo, junto con este Consejo, continúa trabajando en ello, y también necesitamos capacitar personas para la administración económica a través de cursos en línea, los dos cursos que organiza la Prefectura de Economía, uno para los ecónomos -en general- y el otro para los formandos. Hemos notado que a algunas de las casas de formación les fue excelentemente bien, mientras que a otras todavía les resulta difícil integrar este programa en su plan anual. Pero sabemos que a la larga será una bendición para la congregación que personas que asumen varios apostolados sepan llevar bien la administración.
Llegamos al tercer proceso de transformación: ser Adoradores en Espíritu. En el área de la espiritualidad, quizá una gran oportunidad que se nos presenta es el 175 aniversario de nuestra fundación, en 2024. Estamos organizando un Congreso de Espiritualidad, haciendo uso de todos los medios posibles para que todos podamos participar en él, hagamos de este año un año especial de renovación.
En el área de la formación, en la que es prioridad prepararnos y siempre renovarnos, el Plan General de Formación es un gran instrumento. La Prefectura General de Formación está preparando un manual para ayudar a implementar el Plan General de Formación. Todos necesitamos cuidar nuestra formación para lograr ser la mejor versión de nosotros mismos para Cristo y acompañar a nuestra gente con todos los recursos que Dios nos ha otorgado.
Al trabajar juntos en un camino sinodal nos enriquecemos desde las diferencias en la unidad de nuestra fe, arraigados en Cristo y en nuestro carisma, para que podamos ser misioneros audaces. Dios los bendiga a todos.


P. Mathew Vattamattam, CMF
Superior General
Traducción: Reinel Maya Ojeda

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